
Debe ser ya la hora del almuerzo.
En lo que fue una breve carrera, la artista es ya un mito de la fotografía del siglo xx, exponiéndose, su trabajo, en museos tan prestigiosos como el Moma o el Metropolitan. En sus fotos ella insiste en un autorretrato escurridizo, lleno de enigmas, sombras, planos con figuras oblicuas, a punto de desvanecerse. Por momentos logra acercarse al surrealismo de una manera personal, como ese autorretrato bajo tenedores: Debe ser ya la hora del almuerzo, o aquel que cuelga del marco de una puerta (S/T) y que, irremediablemente, nos recuerda una crucifixión. Quizá una de los más alucinantes es en la que parece atrapada por un gignatesco árbol, titulada Early.

Sin título.
.
En sus fotos, con claras referencias femeninas, se sienten las texturas, los suelos fríos, las paredes desconchadas, el barro o la arena con la que se unta el cuerpo... y a la vez utiliza como nadie la economía de recursos. Sus fotografías son los opuesto a la estridencia (no en balde sus formatos eran pequeños), oníricas, evanescentes e intensas. Todo lo que se pretende decir es a través de la sugestión.

Autorretrato (Hablando con Vince) 1975-1978
Web con más fotos: Heenan
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario